Mobiliario en corcho de Enrique Kahle para el Bistrot Catedral
El bistrot fue planteado desde su concepción como un ejercicio experimental de transmisión de conceptos a través de las formas y los materiales, para ello disponíamos de un amplísimo margen de actuación.
El tema elegido para trabajar fue la historia de la ciudad y así desde la utilización de símbolos, alegorías, metáforas y relaciones que le hacen referencia, se relacionan los hechos más significativos y relevantes de lo acontecido en la ciudad a través de las formas y los materiales utilizados.
El elemento central es el habitante del local, una escultura que organiza el espacio en difusas pero eficaces áreas, separando el personal del público. Este objeto invita a ser tomado, organiza, genera tensiones o indica pasos.
Los paramentos que conforman el local se modelan sinuosamente generando un amplio lienzo de materiales contemporáneos reciclados que generan un mural heterogéneo donde se relata la historia de Pamplona a través de sugerencias formales y materiales, transparencias y colores, texturas o vibraciones.